EL MOLINO BLANCO Y EL APOGEO DE LA MOLIENDA EN AREQUIPA

El Valle del Chili, el de Socabaya y otros tantos particularmente de la zona oriental de la provincia (Quequeña, Yarabamba, Sogay, Pocsi, etc.) fueron ancestralmente zonas productoras de maíz, al punto de ser prácticamente un monocultivo, producción que estaba orientada en su mayor parte para el intercambio con el Altiplano, hecho que explicaría, por ejemplo, la etimología de nombres tales como Characato, derivación probable de los vocablos sara (“maíz”en lenguas tanto quechua como aymara) y c´ato (“mercado” o “espacio para el intercambio” en lengua aymara), que evidencian claramente una fuerte actividad económica en torno a dicho cultivo).

Esta realidad se mantuvo así luego del arribo de los europeos y bien entrado el Virreinato incluso, pero aparecen nuevos cultivos que rivalizan con el maíz en cuanto a volumen de producción, especialmente el cultivo de trigo por ser el insumo principal para la elaboración del pan. El maíz se sigue cultivando fundamentalmente para la elaboración de la chicha, en lo que Arequipa destaca nítidamente sobre otras regiones, dando cuenta de ello el curioso dato que nos ofrece el cronista Ventura Trabada al afirmas que en la ciudad y sus alrededores hubo la asombrosa cifra de 3 000 “chicherías”.

Para el procesamiento de ambos productos, tanto la chicha como el maíz, eran necesarios los molinos y por ello su número fue relativamente abundante, así tenemos, por citar algunos de los ejemplos más emblemáticos el Molino de San Juan que goza de una larguísima tradición puesto que su edificación fue ordenada ya en los albores de la ciudad por el encomendero Diego Hernández y ha mantenido su actividad, aunque de manera muy distinta, hasta la actualidad, siendo hoy una instalación industrial: La planta SIDSUR – ALICORP.

También se halla el tan conocido Molino de Sabandía, con sus ya más de 400 años de historia y que gracias a un notable esfuerzo fue prácticamente reconstruido por capitales privados y hoy ofrecido en inmejorables condiciones al turismo.

Podemos considerar al Tambo de la Cabezona dentro de la lista de molinos dado que paralelamente e incluso con anterioridad al rol de tambo fue también lugar de molienda de maíz con el fin de obtener principalmente almidón como producto final.

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